Llamado internacional por un 1 de Mayo Antiimperialista y en Defensa de la Vida Digna
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La humanidad está viviendo tiempos difíciles en los que el capitalismo está mostrando su cara más cruel: trata de utilizar la situación de emergencia sanitaria provocada por la expansión de la pandemia de COVID- 19 para hacer negocio y aumentar ganancias. Se pone de manifiesto, una vez más, que las políticas neoliberales del capital matan, que el proceso de privatización que la derecha lleva ejecutando desde hace años ha hecho que tengamos menos servicios sanitarios que protejan nuestras vidas, es decir que la dicotomía entre beneficios y vida se trata de resolver a favor del capital. El principal problema que afronta la humanidad es el capitalismo, como sistema económico, social y político, injusto e inhumano que lleva al planeta a la destrucción con sus políticas agresivas contra las personas y el medio ambiente.
Un capitalismo que en estos tiempos de crisis trata de resucitar al fascismo, como un recurso para mantener de forma autoritaria y violenta sus altas tasas de ganancia a costa de aumentar la explotación de la clase trabajadora y de los recursos naturales del planeta.
Este capitalismo necesita una respuesta adecuada y contundente por parte de las trabajadoras y trabajadores de todo el mundo que ponga en evidencia la determinación de todos los pueblos de rebelarse contra las agresiones e injusticias que sufren, reivindicando el derecho a la vida digna, que entierre el patriarcado como uno de los pilares de la sociedad capitalista y defienda una convivencia pacifica que ponga fin al militarismo y los conflictos bélicos. Para lograrlo, es indispensable profundizar, junto con los sindicatos de clase, las políticas de protección a la salud en el trabajo para evitar que miles de profesionales de los servicios básicos (especialmente las y los trabajadores sanitarios), paguen con su vida la falta de recursos y protocolos que aseguren la seguridad en el trabajo.
Desde las organizaciones y redes que estamos articuladas en el desarrollo de la Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista somos conscientes de que las medidas de aislamiento social que nos impone la situación de emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 hacen más difíciles las concentraciones masivas en las calles y plazas que demuestren a los poderosos la capacidad de movilización de quienes con nuestro esfuerzo y trabajo sostenemos el mundo. Sin embargo, consideramos que no se puede dejar pasar este día histórico de lucha y reivindicación obrera sin expresar que la lucha de las trabajadoras y de los trabajadores sigue viva y activa y que fortalecemos la trinchera de la batalla ideológica contra nuestros enemigos.
En este sentido hacemos un llamamiento para que nuestras redes y colectivos apoyen y participen en las actividades que el movimiento obrero convoque en todo el mundo para el próximo 1 de Mayo en función de las condiciones médico sanitarias de cada zona, porque es imprescindible proclamar que no nos callaremos mientras la clase dominante intenta usar la pandemia como una cortina de humo para seguir llevando a cabo atrocidades y ataques a nuestros derechos. Por todo ello:
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Denunciamos las agresiones imperialistas que se sufren en todos los rincones del planeta, y de manera especial el intento de comercializar la lucha contra la pandemia. Exigimos que las consecuencias de la crisis económica no recaigan sobre la clase trabajadora mediante la implementación de políticas de recortes laborales y sociales, que afectan especialmente a las mujeres, migrantes, refugiades y todos los sectores que habitan las periferias del sistema. Exigimos el aumento de inversión estatal en la sanidad pública para lograr acceso universal a la salud y la distribución gratuita y universal de las vacunas; la aplicación de políticas sociales de distribución de renta; sistemas públicos y gratuitos de salud y de educación; producción pública de ciencia y tecnología; y políticas de distribución de tierra y de vivienda.
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Llamamos en este 1 de Mayo a la defensa de la vida digna con derecho al trabajo y derechos laborales. El capital intenta librarse de los costos de la crisis sanitaria con despidos, desalojos, recortes salariales a las y los trabajadores formales, sumados a la desatención a los millones de trabajadores y trabajadoras informales que no tienen renta fija ni derechos laborales garantizados. En este momento, las y los trabajadores del campo, en condiciones difíciles y bajo la dominación del capital, enfrentan el riesgo de la escasez y siguen produciendo alimentos para sostener a las ciudades en cuarentena. Se hace urgente continuar construyendo las organizaciones de la clase trabajadora que lleven a mejorar sus condiciones de vida y trabajo y luchen por su emancipación.
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Denunciamos que en esta situación de emergencia social que ha provocado la pandemia se están poniendo en evidencia las consecuencias de un sistema patriarcal que se expresa en cómo la violencia machista ha aumentado a nivel global en estos tiempos de confinamiento. Por lo tanto, exigimos de todos los gobiernos políticas activas de combate contra patriarcado y reclamamos el fin de la violación de los derechos laborales de las mujeres para que las mujeres puedan tener una vida digna, libre de explotación y violencia.
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Exigimos el fin de las criminales sanciones políticas y económicas practicadas por el imperialismo del gobierno de EE. UU. contra 39 países. Estas sanciones se enfocan hoy con mayor fuerza contra Venezuela, Cuba, Siria e Irán, por lo que sus pueblos ya sufrían de falta de medicamentos y suministros hospitalarios antes de la pandemia. Estos países y otros que están bajo sanciones decididas de forma unilateral por los EE. UU., también se enfrentan a guerras híbridas como consecuencia de mantener su independencia política, su soberanía y autodeterminación, por su negativa a someterse a la hegemonía del imperialismo.
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Refirmamos nuestro compromiso de derrotar la articulación internacional de movimientos neofascistas y de extrema derecha, que propagan el odio, la xenofobia, el racismo, el machismo y el autoritarismo aliados a una confrontación económica, política e ideológica contra China a nivel global en medio de la pandemia.
Desde estos principios, la Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista hace un llamamiento a continuar la construcción del internacionalismo, la unidad y la solidaridad entre los pueblos desde un profundo y fraterno debate sobre qué modelo de sociedad queremos los pueblos frente esta actual pandemia y ante los dilemas de la humanidad de manera amplia.
La crisis que se agudiza por la pandemia de COVID-19, pone en evidencia la disyuntiva con la que nos enfrentamos en este momento entre un futuro de socialismo que garantice una vida digna a los pueblos y asegure el futuro del planeta o la barbarie a la que nos conduce el sistema capitalista en su fase imperialista. Por ello consideramos que en estos tiempos difíciles es fundamental que nos mantengamos articulados internacionalmente para parar a la extrema derecha y al imperialismo, al mismo tiempo que defendemos la vida, la paz y la justicia social. Nos comprometemos a seguir en la construcción de una gran movilización antiimperialista cuando las condiciones médico-sanitarias lo permitan, mientras tanto, utilicemos todos los recursos que tengamos a nuestro alcance para que nada ni nadie calle nuestras voces de rebeldía y libertad.
¡UNAMOS NUESTRAS ESPERANZAS PARA CONSTRUIR UN MUNDO DONDE TODAS Y TODOS VIVAMOS DIGNAMENTE!
Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista
1 de mayo de 2021